El pasado 9 de noviembre fallecía del ex presidente de la Cultural Juan Díez Guisasola. Llevaba muchos años fuera de los focos, lejos del vertiginoso día a día del deporte leonés. Con esta pérdida, además de la persona, se va una época muy importante de la Cultural, se va el presidente del cambio. Para entenderlo, pensad que el fútbol de los años 90 era todo un ecosistema. Jugadores míticos, camisetas anchas, barro, rivalidades… y todo sin redes sociales y con una presencia mínima de la televisión. En aquella Segunda B también había instituciones que querían cambiar, que querían crecer, prepararse para el nuevo milenio… y la Cultural no iba a ser una excepción.
Nos situamos en 1998, una época convulsa a nivel institucional en nuestro club. El Ayuntamiento había intentado, sin éxito, fusionar a nuestro club y a Baloncesto León bajo la presidencia de Eugenio Álvarez. Un experimento que sólo había durado una temporada. Álvarez volvió al baloncesto y el “trono” culturalista estaba vacante. Los socios eligieron presidente al empresario Juan Díez Guisasola en medio de una gran expectación e ilusión. Los objetivos estaban claros: la estabilidad y el ascenso. En lo deportivo, se venía de una octava posición que sabía a poco. La Cultural debía convertirse en uno de esos equipos que siempre están entre los cuatro primeros.
El gran objetivo deportivo no pudo ser, no se logrará el ascenso, pero tampoco hay que desechar todo lo que se consiguió. Durante su presidencia se jugaron dos fases de ascenso (19989-1999 y 2000-2001) y la Cultural ganaba la liga del Grupo I de la Segunda B (1998-1999). Algo que no daba ninguna facilidad deportiva para ascender, pero sí permitió añadir un trofeo más a nuestras vitrinas. El entonces presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, entregó a Guisasola dicha copa. De aquella época quedan buenas tardes en el Amilivia y en Puente Castro.
Lo más interesante de la presidencia de Guisasola está en lo extradeportivo. En primer lugar, fue el presidente que vivió el 75 aniversario del club. Este, celebrado en 1998, fue un primer acercamiento de los culturalistas a su historia cuando muy pocos lo hacían. Una exposición fotográfica en la Casa de las Carnicerías de la capital, una camiseta conmemorativa y la presencia en prensa local, destacando el libro Historia de la Cultural y Deportiva Leonesa de Roberto Fernández, fueron algunas de las formas que hubo de visibilizar aquella efeméride.
También bajo su presidencia, aunque venía gestándose desde antes, se empezó a preparar “la mudanza” de la Cultural. El entrañable Antonio Amilivia apagó sus focos el 31 de octubre de 1998 cerrando tantas tardes de gloria. Guisasola llegó a visitar con el entonces alcalde, Mario Amilivia, los estadios de San Lázaro en Santiago de Compostela y A Malata en Ferrol para tomar ideas de lo que sería nuestro futuro hogar. Además, se inauguraba la primera ciudad deportiva del fútbol leonés, el Área Deportiva de Puente Castro. Además, una semana antes de hacer oficial el traspaso de poder en el club, se inauguró nuestro Reino de León (entonces Nuevo Antonio Amilivia).
El último gran cambio y quizás más importante, fue el último presidente de la Cultural como club deportivo. Durante los últimos meses de su presidencia, comenzó la carrera por el control accionarial entre ADL y Profutle de esa nueva Cultural que sería Sociedad Anónima Deportiva. El vencedor de aquella pugna, Antonio García de Celis, despidió la etapa de club con un abrazo a Guisasola en un acto celebrado en el Hostal de San Marcos el 6 de junio de 2001. Guisasola dejaba la presidencia a una nueva etapa a la historia del club.
Por todos estos motivos: estructura, instalaciones, historia y consolidación deportiva, debemos recordar lo que fueron aquellos tres años tan intensos en aquel León y aquella Cultural que eran tan diferentes. Esa etapa de transición siempre llevará asociado el nombre de Juan Díez Guisasola. Descanse en paz, presidente.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa