Más que la de enero, la cuesta que se le ha atragantado a la Cultural fue la de un febrero cuya mejor noticia es que llega a su fin. Y con él un invierno de resultados que este sábado, ante el Reus, pueden adelantar la primavera en un Reino de León que no se cansa de creer. No mientras haya esperanza, trabajo y tiempo. Y ambas variables aún están vivas.
El equipo catalán llega en racha, con dos victorias y un empate en los últimos tres encuentros. Resultados que le han servido para colocarse en la duodécima posición de una tabla traicionera que humilla y enaltece a partes iguales. Más allá de los datos, lo cierto es que el Reus juega la particular liga de la Cultu. Una liga cuyo único objetivo es salvarse de un juicio final que condena al infierno de Segunda B. Por eso el próximo partido de los de Rubén de la Barrera se antoja como la mejor dosis contra los malos augurios.
Ya en la primera vuelta la Cultural se trajo un valioso punto de su visita a Tarragona, pero en casa, ante rivales directos, sólo vale sumar de tres en tres. Le gusta a los de Aritz López jugar bien el balón en tres cuartos de cancha, con una velocidad endiablada por las bandas y un Lekic que no perdona en el área. El delantero llega en racha y acostumbra a castigar cualquier despiste defensivo del rival. Aunque habrá que esperar para ver la propuesta del Reus fuera de casa y más en León, donde casi la totalidad de equipos renunciaron a sus esquemas apostando por encerrarse atrás.
Ese respeto, e incluso temor de casi todos los rivales de la Cultural cuando llegan al Reino, se lo han ganado a pulso los leoneses. Todo lo malo fuera de casa se suele convertir en bálsamo cuando toca jugar aquí. Mérito de la Cultural y espejo en el que mirarse para asegurar una victoria que aleje, al menos por unos días, los fantasmas. Si la Cultural es capaz de jugar a lo que sabe, sin complejos, dominando el medio del campo y apretando arriba, el Reus pasará una mala tarde en la capital. Pero para se eso es imprescindible salir concentrados desde el primer minuto, sin despistes ni descansos más allá del minuto 45.
La afición jugará también su partido. Hay que remar en la misma dirección y convertir las gradas en una fiesta que tantos años costó revivir, pero también en una olla a presión que desconcierte al rival. Estamos en el punto clave de la temporada. No valen las excusas. Los brotes verdes están por llegar. Y ya se sabe, mientras haya esperanza, trabajo y tiempo, todo es posible.
El día de… Rodri Ríos.
El delantero tiene una gran oportunidad de resarcirse tras el penalti fallado en Almería. Su entrega y capacidad de trabajo quedan patentes en cada partido con la Cultural, pero los errores desde los once metros pesan. Una gran actuación ante el Reus volvería a darle confianza de cara a lo que resta de temporada. Sus goles son básicos para que la Cultural continúe en Segunda División.
A seguir:
Lekic: El delantero del Reus llega en racha a la capital leonesa. Su potencial en el juego aéreo y la capacidad asociativa le convierten en una amenaza para cualquier defensa.
Gus Ledes: Es uno de los timones del Reus en el centro del campo. Rápido y con una gran visión de juego, acelera las acciones de los catalanes en cada salida de balón. Sin espacios pierde potencial y suele cometer errores.
Alex Menéndez: El lateral se ha convertido en uno de los muros que cierran la defensa del Reus, pero también es uno de sus principales baluartes en ataque. Anunarle en el aspecto ofensivo será clave para crear grietas atrás.
Por Pablo Rioja
