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¿Quieres correr más rápido?, comienza por ser más optimista

En la columna semanal de El Diario Digital de León nuestro experto en psicología positiva y Entrenador Jefe de Fuerza y Condición Física, Xabel García, escribió sobre las claves para conseguir un mayor rendimiento deportivo, salud y éxito en nuestra vida profesional y personal.

¿QUIERES CORRER MÁS RÁPIDO, MARCAR MÁS GOLES, ANOTAR MÁS TANTOS SIN LESIONARTE TANTO E, INCLUSO, GANAR MÁS DINERO CON ELLO? Si inviertes unos minutos en leer esta columna sabrás cómo y no es publicidad engañosa, ES CIENCIA.

Para conseguir todo eso, tienes que SER OPTIMISTA, pero, ¿qué es ser optimista? Antes de nada, no es ver todo como si fuese lo mejor del mundo, ni es solo ver el lado bueno de las cosas pase lo que pase. Es una actitud ante la vida, aceptar la realidad con la tendencia a esperar resultados positivos. Es decir, no es que le pasa a uno, sino lo que hace cuando le pasa.

Estas expectativas favorables llevan al sujeto a elegir, consciente e inconscientemente, actos y decisiones eficaces para alcanzar los propios objetivos (García y Díaz, 2010). De esta manera, el optimismo es acción, antónimo del sedentarismo y la pasividad, por tanto, ¡NO TE PREOCUPES, OCÚPATE! Evita la pseudoenfermedad del siglo XXI de la «EsQUEzofrenia».

 No te excuses diciendo que no eres optimista, ya que serlo o no es una elección que debes tomar. Todos podemos aprender a ser más optimistas lo que redundará, como los descubrimientos científicos demuestran, en mejores índices de salud tanto subjetivos como objetivos (Gillham, Reivich y Shatté, 2001; Peterson y Bossio, 2001), menor número de enfermedades reportadas (Jackson, Sellers y Peterson, 2002), un mejor rendimiento deportivo (Lee, Nam, Kim y Kim, 2013; citado en Secades, X., Salguero, A., Molinero, O, de la Vega, R., Ruiz, R. Y Márquez, S., 2015) menor vulnerabilidad a las lesiones deportivas (Wadey, Evans, Hanton y Neil, 2012), menor número de citas con el médico (Peterson y de Avila, 1995), menos accidentes (Peterson y Bossio, 2001), mejor funcionamiento del sistema inmunológico (Brennan y Charnetski, 2000), mayor supervivencia después de un ataque al corazón (Buchanan, 1995), e incluso un menor porcentaje de mortalidad (Peterson, Seligman, Yurko, Martín y Friedman, 1998; citado en Sanjuán y Magallares, 2007). 

Otro estudio realmente interesante es el elaborado por Ortín, Garcés, Gosálvez, Ortega y Olemdilla (2011), en el que muestra, como ya hiciera Seligman, Nolen-Hoeksema, Thornton y Thornton (1990), la relación directa del optimismo con el rendimiento deportivo. En él, se observa como un grupo de nadadores categorizados como pesimistas tienden a mantener o empeorar sus tiempos en 50 metros libres cuando previamente se les ha dicho que han tardado un 5% más del tiempo que en realidad han hecho. Sin embargo, en el grupo optimista a pesar de haber recibido el mismo feedback falso, son capaces de mejorar su marca previa, lo que sin duda, es muy relevante para muchos tipos de deporte donde el sujeto tiene que responder de manera rápida y adecuada a un factor estresante inesperado.

¿Te parecen pocos motivos para empezar a ser optimista si aún no lo eres? Por tanto, la pregunta que toca es: ¿Eres optimista? Sí dudas, seguramente es que no eres lo suficiente. Y si no lo eres, ¿a qué esperas para cambiarte al bando de los que consiguen lo que quieren? Además, en todo este proceso, ¡son más felices consiguiéndolo!

Por tanto, no esperes a ganar una carrera, marcar ese gol, tener un chalet en primera línea de playa o un Audi (cuidado con las emisiones de CO2 que sino tendrás que estar atento a que tu matrícula sea par o impar para disfrutarlo), porque, como ya has aprendido, para conseguir todo eso que quieres tendrás que ser feliz antes. «Cree en los sueños y ellos se crearán». ¡Que nadie te los robe! Eso sí, lucha por ellos, la vida es para soñadores que pelean limpio. 

Si os ha interesado y queréis seguir sabiendo más acerca del optimisto existe multitud de literatura destacable como Aprenda optimismo del Doctor en Psicología Martin Seligman, uno de los padres de este constructo, o La fuerza del optimismo, del Doctor Luis Rojas Marcos.