2018 fue un año de locos. Tanto dentro como fuera del campo pasaron muchas cosas. España vivió su primer cambio de Gobierno de la historia democrática a través de una moción de censura, la liderada por Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy en el mes de mayo. La Cultural vivió su primer inicio de año en Segunda División en cuatro décadas y un traumático descenso en la última jornada. Luis Rubiales, líder del sindicato de futbolistas AFE, se convirtió en Presidente de la RFEF. España vivió la destitución del seleccionador Julen Lopetegui a pocos días de que se iniciara el Mundial de Rusia. Y todo ello sucedió en un espacio de tiempo de unas pocas semanas, entre los meses de mayo y junio.
La temporada de Segunda División está muy cercana en nuestro imaginario. Fue maravilloso estar en el fútbol profesional después de un invierno tan largo (parafraseando a una profesional y culturalista tan grande como Patricia Cazón). A lo largo de 2018, la Cultural tenía el único objetivo de la permanencia y, por tanto, de sumar todos los puntos posibles. En la recta final de la temporada se hizo lo que se pudo. La victoria ante el Real Oviedo o los puntos ante equipos tan correosos como Córdoba, Lugo o Alcorcón (encuentro este último que quizás debió terminar de otra forma) no sirvieron para que la Cultural consiguiera la salvación antes de la última jornada. Entonces esperaba un Numancia que se jugaba nada menos que una plaza en el play off de ascenso a Primera. No pudo ser. Por uno solo gol, nuestro equipo fue condenado a un invierno que aún persiste. Nos quedaba el Mundial, pero iban a pasar tantas cosas en tan pocos días…
El mismo mes de mayo que se aprobaba la citada moción de censura en el Gobierno español, y que la Cultural descendía, Luis Rubiales, exfutbolista y líder de la AFE, se hacía con el cargo de máximo responsable del fútbol español, poniendo fin a casi tres décadas de mandato de Ángel María Villar. El proyecto deportivo de la selección masculina absoluta estaba liderado por Julen Lopetegui, el cual por cierto, había debutado en León como seleccionador. Pero su fichaje por el Real Madrid en una negociación a espaldas de la Federación terminó con su destitución pocos días antes del inicio del mundial de Rusia. El sustituto fue una leyenda de nuestro fútbol como Fernando Hierro, pero en un cargo que tenía más de interno que de proyecto. Todo era locura e incertidumbre. España, en el mes de abril, era firme candidato a poner una segunda estrella sobre su escudo. En mayo, era toda una incógnita.
España quedó encuadrada en el Grupo B ante Portugal, Marruecos e Irán. Los nuestros terminaron líderes de grupo, pero solo con cinco puntos tras empatar con Portugal y Marruecos y vencer a Irán. Dadas las circunstancias vividas en aquel momento, el éxito era sobrevivir. En octavos esperaba nada menos que la anfitriona. El choque ante los rusos terminó con un empate a uno que obligó a resolver la eliminatoria en los penaltis. La fortuna no se puso del lado de los nuestros y caímos en los 11 metros. Aquel no pudo ser, pero dada las circunstancias, ¿qué se podía esperar? Aquel fue el culmen de un año increíble, lleno de noticias, anécdotas y, sobre todo, de locuras.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa