Nuestro próximo rival es uno de esos nombres del balompié español que solamente con el decirlo despierta un inusual respeto entre sus rivales, y por qué no decirlo, entre nosotros también. Quizás esto tenga que ver con que el Albacete Balompié sea un viejo conocido de nuestro pasado, en lo bueno y en lo malo, ya que ha co-protagonizado páginas muy aciagas y también muy alegres de nuestra casi centenaria historia.
Curiosamente, maldita la fecha, la primera vez que nos enfrentamos en partido oficial fue en aquella dichosa Fase Intermedia de la temporada 1946-1947, cuando un presunto amaño del partido de vuelta en el que el Alba venció por tres a cinco (después de que fuéramos ganando por tres a cero en la primera parte) puso en entredicho no solo nuestra existencia, sino la del equipo manchego. De hecho en aquella ciudad hubo incluso manifestaciones para salvar la vida del club de sus amores. Tanto a aquel lado como a este fuimos capaces de reconstruirnos y de seguir adelante con nuestras respectivas historias.
Durante décadas, nuestras trayectorias se separaron, pues antes de los años 70 en que la Segunda División se convirtió en una sola categoría, Albacete y León quedaron separadas por ese meridiano imaginario que cruzaba la Península Ibérica a la altura de Madrid de este a oeste, y con ello, la posibilidad de enfrentarse. En aquella Segunda de grupo único tampoco coincidimos, y menos aún ?lógicamente? en Tercera o Segunda B. Hubo que esperar a otra de las grandes épicas de nuestro pasado para revivir este choque. Volvimos a vernos en la Copa del Rey de la 2003-2004 con un matiz, nosotros estábamos en Segunda B y ellos en Primera. Esto no significó nada en el «bis a bis» y en un duelo inolvidable derrotamos a otro club de la primera de las divisiones de nuestro fútbol, escribiendo otra página de gloria de nuestra leyenda y esperando nada menos que al Atlético de Madrid. Por algo entonces nos llamaban «matagigantes»? El último episodio en que ambas escuadras se han enfrentado en partido oficial data de apenas hace un año, también en la Copa del Rey. La mayoría recordamos el duro escollo que supuso derrotar a este correoso rival en aquel dos a uno. Gracias a esa victoria, pudimos plantar cara nada menos que al Real Madrid.
Por motivos como esta última alegría, está claro que el Albacete no solo es protagonista de uno de los momentos más duros de nuestro ayer, sino de dos de los mejores. Ahora nos toca escribir otra apasionante página de este cuento, la que viviremos tanto el próximo lunes, como el día que nos toque visitar el Carlos Belmonte. ¡Qué suerte vivir estos tiempos!
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa.