El final de la etapa “Profutle” (plataforma que administraba el club desde la conversión en SAD de 2001) dejaba paso a la presidencia de Javier Baena, el cual elegía a Luis Cembranos para dirigir la reconstrucción desde Tercera División y la ilusión por el fútbol en la ciudad. Poco a poco la capital del Bernesga se volvía a ilusionar con su club, tanto que más de 2.000 culturalistas fueron testigos en la ciudad Oviedo en junio de 2013, de la vuelta de la Cultural a Segunda B. Sin embargo, ese ascenso fue más traumático de lo que parecía, pues se necesitaba cubrir las deudas dejadas por directivas anteriores al descenso administrativo de 2011, además de un aval para que lo logrado en la capital del Principado fuera real. Lamentablemente, en un primer intento no pudo ser. Los que dieron la cara en aquellos difíciles momentos entre la decepción de unos y los ataques y palabras de mal gusto de otros, fueron el exárbitro de baloncesto Felipe Llamazares y el empresario leonés Adolfo López, quien apostó por un club en vías de extinción, dando un ejemplo de culturalismo y de amor a la tierra que tan necesarios eran en aquellos días. Finalmente, lograron una prórroga y consiguieron el dinero necesario para culminar la resurrección de la Cultural. Ahora sí, desde esta categoría, en lo sucesivo se quiso volver a soñar, como antes, con regresar a Segunda División.