Judo, atletismo, baloncesto, surf, snowboard; el interés y la práctica de todo tipo de deportes siempre han formado parte de su vida para disfrutar y desconectar del día a día hasta que con 18 años tuvo la oportunidad de convertirse en profesional en el mundo del atletismo. En el momento de dar el salto de juvenil a absoluto empezaba la Universidad “siempre tuve claro que el deporte es un hobbie, por salud competir siempre me había gustado; pero los estudios siempre han sido una prioridad y sabía que del deporte no iba a vivir. ¿Qué hubiera pasado si durante un año sólo me hubiera dedicado al deporte? Es una duda que siempre tendré”
Se decidió por la fisioterapia porque “durante mi vida deportiva me había lesionado tanto que pensaba que ya conocería la mayor parte del cuerpo. Cuando empecé la carrera me di cuenta que era una vocación real, poder trabajar y ayudar en cualquier ámbito desde el lado humanitario es lo que me impulsa, nunca vi la parte económica como un objetivo.”
Una vez finalizada la carrera optó por quedarse en la Universidad de Salamanca como colaborador, trasladándose posteriormente a León para estudiar Inef. Estudios que concluyó en Brasil, un país que le hizo crecer personal y profesionalmente cambiando su manera de ver la vida.
Tras realizar un máster en osteopatia, trabajar en el Agustinos Eras y formar parte de la Federación Territorial de Fútbol y Baloncesto y del Centro de Tecnificación Arbitral llega a la Cultural y Deportiva Leonesa SAD para aportar su conocimiento y seguir.
Esta temporada tiene un gran reto por delante puesto que “en el baloncesto trabajo de fisioterapeuta y de preparador físico de todas las categorías, mientras que en la Cultural me dedico a la recuperación física”. La mentalidad en ambos deportes “es diferente, pero siempre me quedo con que cualquier persona que pase por la camilla cumpla los objetivos” marcados.
La recuperación física es una parcela “intermedia entre la fisioterapia y la preparación física. Es una parte muy agradecida porque puedes coger a un jugador desde la lesión hasta ponerlo a jugar, después de tantas horas con ellos es el momento más bonito.” Este año estamos “haciendo un planning específico más insistente en la parte preventiva, apenas hay lesiones porque casi todos los jugadores llegan de domingo. Al final de temporada se valorará mejor y siempre se puede mejorar, pero debemos estar contentos por el trabajo realizado.” Además “todos los días tengo reuniones con Xabel para coordinar el trabajo y ajustarlo de forma individualizada, que es lo interesante.”
A estas alturas destaca que la plantilla es “un gran grupo humano con el que se pueden hacer grandes cosas”, algo que expande al ambiente que hay entre el cuerpo técnico; teniendo muy claro que “es un acierto el planteamiento que tiene Aspire de contratar profesionales muy cualificados y con experiencia porque hace que el grupo crezca. Esa competencia sana hace que la perspectiva que podemos generar desde el cuerpo técnico a la plantilla sea muy positiva.”
Mirando hacia el futuro “no me cierro las puertas a nada porque mi prioridad es crecer a nivel personal y profesional, me encantan los retos. Este año lo es, y espero que salga bien para tener un reto aún más grande el año que viene. Estoy muy agradecido por la oportunidad que me han ofrecido.”
La reedución, la prevención y la recuperación de las lesiones de los jugadores de la Cultural forma parte de su día a día, trabajo que realiza con mucho mimo, minuciosidad y pasión.
