Este domingo pasa una de esas cosas que pocas veces se dan en el fútbol profesional pero que están ahí: jugamos contra un filial, y precisamente ese va a ser el tema el que hablaremos hoy, de enfrentamientos con filiales, un tema que, cierto es, ya hemos tratado más veces en esta sección, por tanto le vamos a dar un matiz especial, hablaremos de cuando ha sucedido en Segunda División. No hay muchos antecedentes, es cierto, sobre todo si nos pusiéramos muy puristas y tuviéramos que distinguir entre un equipo filial y uno dependiente, diferenciándose porque el primero es un club independiente, mientras que el otro está dentro de la disciplina. Pero bien sabido es por todos, que los futboleros utilizamos “filial” para ambas acepciones, por tanto, vayamos a ello.
En los años centrales del siglo XX aparece esta idea de unir varios equipos para nutrirse de jugadores, algo que nuestra Cultural vivió en los años 40 cuando quiso ser filial del Atlético Aviación (para los jóvenes, el Atlético de Madrid) o cómo nuestro propio equipo hizo lo mismo con el Júpiter Leonés hasta que este llegó a ser filial. Este fenómeno es propio de grandes centros de fútbol, especialmente Madrid, Barcelona y País Vasco. Por ejemplo poco antes de ascender a Primera aparece el barcelonés España Industrial, reconvertido después al CD Condal y que en ambas fases funcionó ligado al FC Barcelona. Con esta segunda fórmula fue rival de nuestra Cultu a finales de los años 50. Por esa época aparece otro filial, el Plus Ultra, vinculado al Real Madrid. Ya en los 70 estuvo el caso del San Andrés de Barcelona (hoy con el nombre en catalán, Sant Andreu), también vinculado al principal equipo de la Ciudad Condal.
Los años 90 cambiaron la legislación respecto a equipos filiales, dependientes etc. hasta llegar esa distinción que jurídicamente hoy existe, pero que sigue confundiéndose en el argot tradicional del espectador y que, insisto, hoy aprovechamos. Esta temporada tenemos dos filiales de clubs de Primera: el FC Barcelona, del cual ya hemos hablado, y el Sevilla CF. Nuestro próximo rival, la escuadra andaluza, es testigo y anfitrión de la que va a ser una de las grandes gestas de nuestra vuelta a la Segunda División: la victoria por un gol a dos en el Viejo Nervión de la Ciudad Deportiva del club hispalense durante la primera vuelta de esta temporada. El espíritu de aquella machada obtenida en el campo de Montequinto ha de ser el que hoy nos guíe hacia el camino de la tranquilidad.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa