El choque en El Reino se antojaba vital para los intereses de una Cultural que buscaba en la tarde de hoy tres puntos que acercasen la permanencia al haber blanco. El equipo de Rubén de la Barrera saltaba con su esquema clásico, y con las novedades de Ángel García, Ortiz y Unai Albizua, éste en el eje de la zaga. Arranque intenso por ambos bandos, con la Cultural tratando de hacerse con el ritmo en base a su línea de juego habitual, controlando el balón y buscando el crecimiento ordenado desde propia área.
Con el equipo manejando con eficacia las entradas por carril central y exteriores, y con una gran ocasión de Señé que Herrero desbarataba con agilidad, transcurría una primera mitad vibrante en todo. Lo de León dirigían el juego con capacidad, aprovechando la amplitud de campo. Buenos minutos de los hombres de ataque, con opciones de entrada, y mucho trabajo sobre mitad rival. El equilibrio mantenido permitía que la Cultural resultase también efectiva en faceta defensiva ante las acometidas protagonizadas por Ñiguez y Berjón, los más activos en las filas rivales.
Tras un remate de Buendía, y terminando la primera mitad en campo rival, los locales iban a encontrar la fórmula para adelantarse en el marcador. Penalti claro en el área carbayona, y Señé que no perdonaba desde los once metros engañando por completo al meta rival en el lanzamiento. Un tanto muy merecido para poner por delante a la Cultural y darle la justa ventaja.
La segunda parte seguía el mismo guión establecido y la Cultural mantenía el dominio con balón sobre un rival cada vez más volcado sobre la portería de Palatsí. Minutos de juego intenso para la Cultural en defensa de su renta. Equilibrio y dominio del juego, con opciones en el robo y salida por velocidad al espacio. La Cultural lograba desactivar las llegadas del Real Oviedo hasta ese momento. Buen trabajo de contención y posicionamiento para evitar los espacios a espalda.
Con el Real Oviedo buscando sus opciones, en acciones como la de Berjón, ante la que Palatsi respondía a la perfección, el encuentro entraba en un exigente escenario para ambos conjuntos. La entrada de Yeray daba oxígeno a una medular que se veía obligada a dar su mejor versión en ataque y defensa. Enfrente, Anquela daba entrada a Fabbrini y a Yeboah en busca de los espacios por ambos costados.
El equipo de Rubén de la Barrera no cedía, y buscaba el segundo gol como única meta, sin dejarse nada en el tintero, La entrada de Moutinho serviría como prólogo al segundo gol de la tarde para los blancos, obra de Rodri, que culminaba con eficacia y daba la puntilla al rival. El Reino despedía con la misma intensidad del fantástico recibimiento al equipo, celebrando que la Cultural dependerá de sí misma en el último partido para su salvación.
