La ambición de ser campeón

Proclama nuestro himno: “Aúpa Cultural, equipo campeón, orgullo de mi tierra, bandera de León”. Pocas frases pueden resumir de mejor manera el estado de ánimo presente (y ojalá que también futuro) del conjunto leonés. Tras una larga y casi mortal travesía por el desierto, la Cultural y Deportiva Leonesa ha recuperado la ilusión y la autoestima, al igual que sus aficionados, que tal y como ocurriera ante el Racing de Santander, se contarán por miles en las gradas del Reino en este no menos crucial enfrentamiento ante el filial celtiña.

No se cansa de repetir Rubén de la Barrera que los partidos que restan de Liga regular son finales. Un mantra que responde al inconformismo de un entrenador al que no le basta con tener ya clasificado a su equipo para la fase de ascenso. Ese era el objetivo inicial del club a principio de temporada, cierto es. Pero no menos cierto resulta que las victorias, el excelso fútbol practicado durante buena parte de la temporada y la condición de líder de este Grupo I de la Segunda División B, han modificado al alza las expectativas previas. Ahora, desde el primero hasta el último y empezando por el técnico gallego, todos queremos ser campeones. No hay por qué esconder un deseo legítimo fraguado a base de trabajo, calidad, tesón, sacrificio y goles. Y ya conocemos las ventajas que reporta el ser primero.

Viene el Celta B al Reino de León con un órdago a la grande. A sólo dos puntos de la Cultural, con la firme intención de arrebatar el liderato y compartiendo con los leoneses esa vitola de esplendor que se les otorga a aquellos conjuntos que practican el mejor fútbol de la competición. La amenaza es seria y por ello el jugador ?número 12? ha de notarse más que nunca. Amigo y amiga culturalista, me permito la licencia de pediros que no os guardéis ni la voz ni los aplausos para la fase de ascenso. Gritad y animad como si no hubiera un mañana. Porque la ambición de ser campeón empieza hoy.

El día de? Benja

El espigado delantero puede y debe tener un papel protagonista. Su capacidad para fijar defensas y abrir huecos a sus compañeros está más que demostrada, al igual que su olfato goleador. 19 tantos avalan al jugador catalán y ganas no le faltarán de añadir más muescas a su revólver frente al también pistolero Borja Iglesias. Duelo al sol.

A seguir

Borja Iglesias

La gran referencia del Celta B. El punta nacido en Santiago de Compostela lleva la friolera de 24 goles anotados. Su envergadura, su pillería y su carácter depredador le hacen un peligro constante. Es el máximo goleador en la historia del filial celeste y a sus 24 años parece estar en el mejor momento de su carrera.

Néstor Díaz

El guardameta de Sabadell no comenzó la temporada como titular pero las circunstancias le han devuelto el puesto fijo en el once de Alejandro Menéndez. Su rendimiento está siendo brillante, con 13 goles encajados en 19 partidos disputados. Llegó a debutar con el primer equipo celtiña en 2016.

Hicham Khaloua

El jugador marroquí cedido por el Almería es el complemento perfecto para Borja Iglesias. Destaca por su movilidad, su regate y su desborde, sin ser desdeñable tampoco su visión para el último pase. 11 goles marcados son los que figuran en su cuenta particular en lo que va de Liga.

 

Por David Acosta

 

 

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