Para un leonés que adora su tierra y admira a sus gentes y su espíritu de superación siempre será el honor de una vida el haber podido trabajar para la Cultural y Deportiva Leonesa.
Solo puedo estar agradecido por todos estos años y experiencias en los que he podido vivir, sentir, y también sufrir, con la Cultural, intentando aportar un granito de arena para consolidar un proyecto que cumple 100 años de vida gozando de buena salud. Ojalá que una parte del culturalismo sienta que el club está hoy al menos un poquito mejor que cuando nos unimos a este proyecto hace más de una década. Agradecer a Adolfo López que me embarcara en esta maravillosa locura cuando lo hoy existente era sólo un sueño común y a Iván Bravo y a la Academia Aspire por confiar en mí para dirigirlo.
Por los errores que haya podido cometer solo puedo ofrecer disculpas, y por las decepciones que mi labor al frente de este gran club deportivo haya podido ocasionar a la gente de mi tierra, solo me queda decir ‘lo siento’. Si ha habido algún mínimo éxito o pequeña satisfacción que hayamos podido ofrecer a la afición o a la ciudad durante estos 11 años, solo puedo admitir que el mérito es de la maravillosa familia que forman cada una de las personas que trabajan en la Cultural. Han sido y son generosos, buenas personas, competentes, leales, y comprometidos para que cada fin de semana la gente de León pudiera disfrutar un rato de fútbol con el equipo de su ciudad. El día a día de este club exige mucho y ellos están en las duras y en las maduras. Por todo ello Gracias !
La Cultu es una manera de entender la vida desde los mejores valores del deporte, de sentir el orgullo de León desde esos valores que tratamos de inculcar a nuestra cantera como el mejor legado que podemos dejar a nuestros jóvenes. El deporte es esfuerzo, trabajo en equipo, tolerancia, respeto, inclusión, educación, compañerismo, amabilidad, juego limpio, una oportunidad de relacionarse con otras personas de manera generosa y un espejo para los más jóvenes que aprenden de esas conductas. También ganar y perder, saber ganar y saber perder, levantarse y seguir trabajando. Así sentiré a la Cultural siempre en el corazón.
Ha llegado el momento de ceder el testigo y asumir un nuevo e ilusionante reto personal. Solo me queda desearle la mejor de las suertes a quien me suceda en esta maravillosa aventura, animar a Aspire a que siga creyendo y apostando por León durante muchos años, y apoyar incondicionalmente al equipo, al club, y al deporte y los deportistas de León desde la distancia, como un aficionado más.
Aúpa Cultural, siempre.
Felipe Llamazares