Las pretemporadas ya no son lo que eran. Desde que estamos en Segunda División y, sobre todo, desde la llegada de esa manía del fútbol moderno de empezar tan pronto la competición, hemos perdido la esencia de lo que eran los verano. Hoy vamos a contestar a una pregunta, ¿cómo eran las pretemporadas de antes? Pues para contestar, vamos a viajar a hace cincuenta años, vamos a ver cómo fue la pretemporada 1975. Si comparamos el verano al que vamos a viajar con el nuestro, hay muchas diferencias, si bien es cierto que cincuenta años es muchísimo tiempo, pero también vamos a encontrar una serie de cuestiones que nos van a resultar familiares.
En lo primero en lo que encontramos diferencias es en las fechas. Las pretemporadas empezaban a finales de julio ya que la liga empezaba a mediados de septiembre, casi un mes más tarde que ahora. Eso lo cambiaba todo: presentación, primeros entrenamientos, fichajes, amistosos, campañas de socios… Ahora bien, los pasos a seguir siguen siendo los mismos.
Aquel verano de 1975 la presentación del equipo se hizo el día 22 de julio en el Antonio Amilivia. Para aquel primer entrenamiento, eran ya 22 los jugadores disponibles, muchos de ellos de León. Esto hace que para la pretemporada cerca del 80% de la plantilla estaba cerrada. Las primeras semanas fueron de entrenamiento puro. Podía haber alguna concentración, sobre todo en pueblos de la provincia de León. Un poco más tarde, el 7 de agosto, se presentaba el Promesas. Mientras, iban llegando los fichajes que completarían la plantilla. Ya entrado agosto, empezaron los amistosos.
¿Y qué pasaba con los amistosos? Para empezar, tenemos que entender que aún en esta época se conservaba la esencia y prestigio de muchos torneos de pretemporada, algo que desde el cambio de siglo sobre todo, se ha perdido. Levantar el Ramón de Carranza o el Teresa Herrera no es lo mismo ahora que antes. Dentro de la lista de trofeos prestigiosos de verano, dentro del fútbol modesto estaba el Trofeo de la Galleta de Aguilar de Campoo. Empecemos por ahí. En aquella ocasión, la Cultural tuvo que eliminar a dos rivales para hacerse con el trofeo. En primer lugar, el Palencia que hacía de anfitrión y luego lo más importante, el choque se disputó ante el Real Valladolid de Primera División. Los leoneses se llevaron el encuentro y desde entonces, se conserva en nuestras dependencias uno de los dos trofeos palentinos que hay en nuestras vitrinas.
Pero los amistosos fueron muchos más, casi siempre contra rivales de no muy lejos como el filial contra el que se jugó dos veces, el Sabero o dos equipos de Burgos: el propio Real Burgos y el Mirandés, con el que se jugó dos veces. Septiembre llegó rápido y con ello el 8 de septiembre, fecha en la que empezó la liga con una victoria ante el Siero en tierras asturianas. Era otra forma de entender el fútbol, otros tiempos. Pero la expectación, las ganas de fichajes, de novedades y sobre todo, de volver a nuestras gradas, no ha cambiado en 50 años. La ilusión sigue siendo la misma.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa