- ¿Cuál es tu primer recuerdo de la Cultural?
Yo empecé en cadetes en la Cultural. Antes jugaba en el Loyola, el equipo del colegio, y tuve la suerte de hacer un buen grupo en Jesuita, conseguimos un cierto nombre dentro de León y eso hizo que la Cultural se fijase en nosotros y nos fuimos tres compañeros en cadetes.
Para mi firmar en el equipo de mi ciudad fue increíble. Ya en juveniles de último año, me salió un año muy bueno en Liga Nacional y conseguimos el ascenso a División de Honor. De aquella, estaba Miguel Ángel Álvarez Tomé de entrenador en el primer equipo y a mitad de temporada, en diciembre, me sube con el primer equipo. Debuté siendo juvenil en Corralejo. Para mí era un sueño cuando yo llegaba al vestuario y podía entrenar con Villañafe, Sergio Fernández, Ángel Luis…
Después de juvenil, renové 4 años y el primer o segundo año me rompí la rodilla. Gracias a Javier Elorrieta, que me cuidó como a un hijo, me hizo mejor futbolista. Cuando me quedaban dos años, tuve un papel importante en el equipo, me consolidé, jugaba casi siempre, fui máximo goleador de la Cultural con 22 años y di el salto al Poli Ejido, que estaba entonces en Segunda División.
- ¿Cómo es debutar siendo juvenil?
Fue impresionante. El primer entreno con la Cultu fue el día de año nuevo, era como los Reyes anticipados para mí. Recuerdo que los campos en Canarias eran bastante complicados, pero fue para mí un sueño debutar con el equipo de mi ciudad. De hecho, esa es la única camiseta que tengo enmarcada en mi casa.
- Hace poco se produjo otro debut de un juvenil…
Sí, el de Rodri. Es un buen síntoma de que se está trabajando bien la cantera. Cuando se hacen bien las cosas, se dan sus frutos. Yo creo que en León hay material suficiente para que la Cultural se pueda nutrir de jugadores de la tierra en breve.
- ¿Cómo fue la salida de la Cultural?
Marchar no fue fácil. Tenía 22 años, yo no quería marchar, pero bueno, las condiciones que entonces me prometieron para continuar cambiaron el día que iba a firmar y entendí que era el momento de irme.
- ¿Cómo fue después tu trayectoria por el fútbol?
No fue fácil. Cuando te marchas de casa, yo era muy joven, es complicado.El primer año en el Poli Ejido yo llegué tarde, casi con el equipo hecho y me cedieron. Yo que soy bastante familiar, es muy complicado.
Entiendo que, como se dice, es difícil ser profeta en tu tierra y que apostar tan fuerte por un chaval tan joven igual conllevaba sus riesgos, pero yo a la gente que estaba entonces en el club les estoy agradecido por permitirme jugar en el equipo de mi ciudad. Además, el poder haber sido capitán en alguna ocasión con 22 años, me hizo sentir más orgullo todavía.
Después estuve en muchos equipos como el Alcorcón o el Eibar, pero haber defendido la camiseta del equipo de tu ciudad te marca.
- ¿Seguías a la Cultural estando fuera?
Sí. Además, siempre hubo un cierto acercamiento para volver a la Cultural, pero ya no era el momento, eran circunstancias diferentes y no se llegó a más. Siempre la he seguido y me he alegrado de los éxitos. Soy culturalista desde pequeño.
- ¿Cómo ha cambiado la Cultural que tú conociste con la actual?
La Cultural cuando yo empecé era uno de los cinco mejores equipos de la categoría, con Adriano de central, José Vega, Paulino, Raúl Ibáñez, era un equipazo…
El club ha pasado por muchas etapas desde entonces, el descenso a Tercera División… Y desde la llegada de Felipe y Aspire, la Cultural ha vuelto a ser uno de los equipos más grandes de la categoría. Ojalá que lleguen a Segunda División, la categoría que se merecen.
- ¿Y ahora cómo ves al equipo?
Yo siempre, todos los domingos, veo cómo dónde juega, cómo han quedado… El pasado año fui a verles en Marbella, hice una visita al equipo y fue una pena esa eliminación contra el Sabadell.
Ahora creo que la Cultu va por buen camino, han hecho un equipo con jugadores experimentados y otros jóvenes, es una buena mezcla y esperemos que se consiga el objetivo.