1986 es un año muy intenso en la historia de España. Los ecos de la Movida seguían resonando en todo el país, cada vez más acostumbrado a la música alta, a las hombreras y a los pelos cardados. Es el año de la entrada de nuestro país en la Unión Europea (entonces Comunidad Económica Europea), de la segunda victoria electoral de Felipe González sobre la Coalición Popular de Manuel Fraga. Un año de actividad en el leonesismo político y cultural… y en toda esa efervescencia: otra cita mundialística. Días increíbles para vivir en aquel León.
Tras la exitosa organización de nuestro mundial en 1982, era el turno a Colombia, pero la sede se cambió a México al no poderse cumplir los requisitos de la FIFA para la cita. El nuevo anfitrión ya había albergado el de 1970 y tenía la infraestructura preparada para hacer frente al reto. Se repitió el modelo del mundial español, por lo que en la fase de grupos se hicieron seis de cuatro selecciones. Nosotros competimos con Brasil, Irlanda del Norte y Argelia, derrotando a los dos últimos y asegurando así la presencia en la segunda fase. Tampoco se puede obviar la buena imagen mostrada ante Brasil.
En octavos, el rival fue Dinamarca. El uno a cinco puso a España como una de las candidatas a todo, siendo la selección más goleadora de esa fase. Los cuartos de final fueron otra historia. El empate a uno ante Bélgica llevó a una dramática tanda de penaltis que dejó a los nuestros fuera de la competición. En cualquier caso, no era fácil soñar con lo más alto pues aquella cita tuvo un nombre propio: Diego Armando Maradona.
De la mayor de las citas pasamos a la humildad de lo local. Al iniciarse 1986, la Cultural estaba en lo alto de la clasificación del Grupo 8 de la Tercera División, el correspondiente a la Federación Oeste. Este era un grupo de gran nivel formado por las provincias leonesas, Valladolid y Palencia. Allí había equipos de gran nivel como los filiales de Salamanca y Valladolid y una buena representación de equipos de la provincia de León: nuestro filial el Cultural de León, At. Astorga, Toreno, Bembibre y Coyanza.
Aquella era una Cultural muy leonesa y llena de ilusión. Todos los equipos tenían muchos jugadores locales, lo que hacía que cada partido fuese muy especial, sobre todo los disputados ante la Ponferradina, principal rival y gran aspirante junto a la Cultural a luchar por el ascenso. Eran bonitos los choques provinciales y, cómo no, los derbis entre nuestras dos culturales: primer equipo y filial.
Al final la Cultural ganó la liga y fue quien, junto a los bercianos, lucharon por el ascenso. Los nuestros no podrán pasar la eliminatoria ante el Endesa As Pontes, cayendo en los penaltis y teniendo que esperar. La estancia en Tercera ya se estaba haciendo demasiado larga.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa
