Para los que amamos esto de la arqueología del fútbol, es muy bonito hacer alguna que otra incursión hacia lo más profundo de nuestro deporte, en lo más humilde. Los leoneses somos gente muy arraigada a nuestra tierra, a nuestra provincia, a nuestras comarcas, a nuestros pueblos, y como no, a nuestros campos de fútbol. Los equipos de nuestra provincia son parte de nuestra identidad y de nuestra historia, tanto como leoneses, como gentes del fútbol, como del propio pueblo. Con esta idea vamos a viajar por la provincia, esta vez a la puerta de la Montaña Central, vamos a remontar el Bernesga hasta La Robla.
La Robla emprendió su carrera futbolística en 1964, en una comarca ya de por sí futbolera, como demostraba desde 1950 la intachable trayectoria de la Hullera Vasco Leonesa. Los roblamos compitieron en categoría juvenil con los equipos de la capital, llegando a la Segunda Provincial en la temporada 1967-1968. Hay que recordar que durante los años 60 y 70 dicha escala era el equivalente a lo que hoy sería el fútbol aficionado. Durante estos años su presencia fue más bien discreta, al fin y al cabo, en aquel momento el centro comarcal del fútbol estaba en Ciñera.
Ya en los 80, La Robla compitió en la Zona «León» de la llamada Regional Ordinaria, el equivalente a lo que hoy sería la Primera Provincial. Es en estos años cuando el club verde consolida su fama en el fútbol provincial, firmando grandes gestas en localidades como Onzonilla, La Bañeza o Trobajo del Camino, sitios principales en esta categoría por entonces.
En la temporada 90-91 el club debutó en Regional Preferente, estrenando una categoría interprovincial en la que no pudo mantenerse, pero creó un poso importante en la localidad. A mediados de esta década el club comenzó a volver a mirar arriba y a pensar que la categoría provincial era pequeña, así en la temporada 1996-1997 consiguieron ganar la liga provincial de la Zona León aunque no logró el ascenso.
El cambio al sistema de dos divisiones provinciales (el que hoy está vigente) complicó a todos los equipos llegar a Regional Preferente, La Robla entre ellos. Desde entonces ha estado compitiendo entre estas categorías a la vez que ha sabido crear un buen entramado de cantera que han convertido tanto El Poli, como los campos del Buen Suceso, en uno de los terrenos más complicados para los visitantes a la villa.
Hace unos meses el club firmaba su convenio con la Cultural, aumentando aún más la familia del culturalismo en la provincia. Esta tierra fue siempre de la Cultural, desde los trenes que ya en los años 20 venían llenos a la capital a ver a su club, como por la huella que dejó un patrón minero vasco muy arraigado a la zona, así es, Antonio Amilivia se convirtió en un roblano más durante su etapa como empresarial y máximo mandatario de nuestra club. Hoy ese vínculo sigue vivo, pero no solo gracias a la memoria o a dicho convenio, sino a lo que es más importante, a esos aficionados que no fallan a la cita con su Cultural cada domingo.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa
Fotografía: Fútbol Base León