Queridos culturalistas, estamos ante un año bonito en el que van a pasar muchas cosas en nuestro equipo y en nuestro deporte. Sobre todo, tenemos que referirnos a que 2022 es el año en el que se cumplen cien años de las primeras noticias que tenemos de la Cultural y Deportiva Leonesa, un proceso de formación que durante la primera mitad de 1922 estaba en marcha, y que culminó en ese primer partido disputado el 5 de agosto de 1923. Por otra parte, es el año del Mundial de Qatar, la gran fiesta de fútbol.
Aunamos entonces dos piezas de nuestra historia: los mundiales y la Cultural. Por ello, durante estos meses, las semanas que tengamos partidos en casa, tomaremos por referencia el recuerdo de un mundial en el que España haya tenido un papel relevante. Hablaremos de lo que hizo nuestra selección en aquella cita y lo que hizo nuestra Cultu en la temporada anterior al inicio de la cita mundialista.
La elección de los años no es cronológica, es decir, que vamos a viajar adelante y atrás en la nube de nuestros recuerdos. A pesar de ello, hoy sí empezaremos por el principio, por la que fue nuestra primera cita mundialística: Italia 1934 (el único mundial que España ha disputado como república). La fiesta de los mundiales había empezado solo cuatro años antes, en 1930 en Uruguay, aunque España no participó. Aquel torneo no era el primer intento de organizar un torneo mundial. Además, el fútbol ya era deporte olímpico; precisamente nuestra selección tiene su origen en la necesidad de formar un combinado para disputar los Juegos Olímpicos de Amberes 1920.
Aquella cita se jugó entre finales de mayo y principios de junio, en poco más de una semana y tuvo la curiosidad de disputarse en eliminatorias, sin fase de grupos. En la primera ronda, la de octavos, España eliminó a Brasil tras imponerse por tres goles a uno. En la siguiente, esperaba nada menos que la anfitriona. España plantó cara empatando a uno. Nombres tan importantes como Zamora, Lángara o Quincoces permitieron mantener el pabellón español tan alto. Fue necesario un partido de desempate en el cual los italianos seguirían su imparable camino hacia el primero de sus cuatro mundiales, y siempre con la atenta mirada de Mussolini. Así España se presentó ante un mundo que algún día sería suyo.
¿Qué hizo en 1934 la Cultural? Dormir. En 1931 se había decretado ese cese de actividad del Club que durante mucho tiempo todos confundimos con una desaparición. Sin embargo, no pudo ser así, resumiendo, por dos motivos: el primero que para haber disolución era necesaria una asamblea de socios que certificara la disolución; no tenemos ninguna referencia a su celebración y votaciones, ni actas, ni noticias de presa. Por otra parte, la ley vigente, la Ley de Asociaciones de 1887 decía que una sociedad disuelta no podía refundarse con el mismo nombre y que el cese debía notificarse al Gobierno Civil. ¿Cómo pudo entonces la Cultural estar de nuevo compitiendo en San Mamés en 1935? La única explicación coherente es que los socios no llegaron a disolver el club. Gracias a eso, podemos estar hablando de nuestro centenario.
El protagonismo lo tendrían entonces equipos modestos de la capital leonesa como el Júpiter y, sobre todo, el Deportivo Leonés, que no terminaba de ocupar el puesto que dejara la Cultural. Se demostraba entonces que León era una ciudad futbolera, con sus equipos y su selección, como hoy somos. Menos mal que algunas cosas no cambian.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa