Hace unas semanas, cuando hablábamos de las similitudes que existen entre las ciudades de León y Burgos, las cuales se reflejaban en sus equipos de balompié más representativos, no nos paramos a explicar que los mismos parecidos se dan entre las dos provincias. Burgos, al igual que la nuestra, es una provincia de fútbol. Del mismo modo que nosotros como provincia tenemos a la Ponferradina en Segunda División, y al Astorga en Segunda B, ellos poseen en similar posición al Mirandés y a la Arandina respectivamente. Para ir a Anduva hay que cruzar el puerto de Pancorbo, igual que para visitar El Toralín hay que hacer lo propio con el Manzanal. Y como ellos tienen a equipos clásicos de Tercera como el Lermeño o el Briviesca, nosotros tenemos al Bembibre o a La Bañeza.
Así, en este espejo que son las dos provincias, esta jornada visitamos «al Astorga de Burgos». Esa es la Arandina, un viejo conocido de nuestra historia. El conjunto blanquiazul, en su versión actual (Refundada en 1987) es un habitual tanto de la Segunda B como de la Tercera. Esto implica que en su temido campo, El Montecillo, la Cultural haya firmado muchas tardes de fútbol.
Ambas escuadras coincidieron en numerosas ocasiones en Segunda B, pero los choques más emocionantes se daban curiosamente en Tercera. De todas ellas, fueron especialmente emocionantes las que vivió la Cultural en esta división entre 1983 y 1987. La «casa blanca» entonces presidida por Luis Fernández Rabanal luchaba desesperadamente por volver a Segunda B y recuperar cuanto antes la «categoría de plata» perdida en 1975, en esta carrera siempre aparecía la temida visita al feudo castellano. Por contra la Arandina en aquellos días era un club mucho más humilde de lo que hoy es, acabando generalmente cada temporada de mitad de la tabla, y aún así imponía respeto. Por otro lado, las visitas de los blanquiazules al Antonio Amilivia tampoco eran agradables choques de trámite ni mucho menos.
Quizás la que mejor se dio en ese ciclo fue la 85-86 en la que ganamos en el Amilivia por cuatro goles a cero y en Aranda por uno a dos. Lo curioso de estos años era el doble enfrentamiento que se vivía pues, en las temporadas 85-86 y 86-87 nuestro filial, el Cultural de León, también militaba en Tercera, protagonizando emocionantes duelos tanto en El Montecillo como en el Amilivia.
El último gran duelo entre estas dos escuadras se dio en Tercera durante la temporada 2012-2013, con los castellanos recién descendidos y la consiguiente pelea de ambos por el mismo objetivo de volver a Segunda B. En dicha temporada el resultado fue el mismo en los dos choques, victoria por la mínima para el equipo local. La pugna ganó especial relevancia debido a que los entonces dirigidos por nuestro Luis Cembranos se vieron hostigados por los arandinos en la clasificación durante buena parte de la competición. Finalmente la Cultural quedó segunda y ascendió tras tres eliminatorias, los burgaleses quedaron terceros y tuvieron que esperar para volver a la categoría de bronce.
Este domingo nos veremos de nuevo El Montecillo. Los objetivos de la Cultural siempre tienen que ser ambiciosos, pero con un orden de cumplimiento. Una vez conseguida la permanencia matemática hay que pensar en asentar nuestra próxima participación Copa del Rey, y sobre todo no mirar más allá de lo que la suerte de este rincón de Castilla nos depare.
Rodrigo Ferrer Diez
Autor de Historia de la Cultural y Deportiva Leonesa
Fotografía: Cultural-Arandina en el 62-63, Diario de Proa