Recuerdos del Culturalismo: el nuestro

La historia del fútbol español tiene una fecha que todo aficionado conoce, respeta y añora, aún sin haberlo vivido: 1982. Nuestro año, nuestro mundial. Entre el 13 de junio y el 14 de julio de 1982, fuimos el centro del mundo. Todas las miradas se giraron hacia una España que había cambiado mucho en muy poco tiempo.

Merece la pena pararse a pensar qué supuso aquella cita para españoles y leoneses. La España de principios de los 80 era toda una aglomeración de creatividad. Una democracia muy joven que se asentaba. Unos valores morales de otro tiempo que se venían abajo derribados por los tiempos modernos. Los años de La Movida, la cual, pese a ese injusto apellido de “Madrileña” llegó a todos los rincones del país. Una España con una oferta cultural que iba desde Laberinto de Pasiones de Pedro Almodóvar al Volumen Brutal de Barón Rojo pasando por el arte en todas sus aristas de Tino Casal. Y en medio de todo aquel hervidero, Naranjito y su cita deportiva.

Aquella cita abrió una nueva era. Se ampliaron de cuatro a seis los grupos y se estableció una segunda fase de grupos que daba acceso a las semifinales. Los Arconada, Camacho, Juanito, Ufarte etc. Se presentaron con el único objetivo de soñar. La anfitriona quedó encuadrada en el grupo 5 con Irlanda del Norte, Honduras y Yugoslavia. Las sedes de aquel grupo fueron La Romareda y Mestalla (entonces Luis Casanova). Nuestra selección pasó como segunda de grupo 3 tras empatar con Honduras, ganar a Yugoslavia y perder ante los norirlandeses. La segunda fase se complicó al quedar encuadrados con Alemania Occidental e Inglaterra. Ante estos últimos se consiguió el único punto de la ronda. Aquel empate en el Bernabéu fue el último partido de nuestra selección. En ese mismo estadio, Italia conquistó su tercer mundial.

El ambiente festivo del mundial sirvió para aparcar por unas semanas la complicada situación que vivió nuestro club durante 1982. La situación económica de la Cultural era muy mala y eso tuvo una repercusión inevitable en lo deportivo. Los proyectos ambiciosos para volver a Segunda y la cada vez más intensa injerencia del Ayuntamiento en el club, complicaron muchas más cosas. Aquella temporada, de hecho, se saldó con el descenso a Tercera División, al grupo de la Federación Oeste, muy parecida al actual grupo VIII de la 3º RFEF. En agosto, la Cultural recuperó la categoría por el descenso administrativo del Zamora, pero solo sirvió para alargar la agonía un año más, pues la historia se repitió. Esta era otra Cultural. Por ese motivo, la única alegría de nuestros aficionados fue poder disfrutar de la gran cita mundialística.

España quiso ser anfitriona en 1930 y en 1966, lo consiguió en 1982. ¿Habrá otro mundial español? La puerta a compartir sede con nuestros hermanos portugueses en 2030 está abierta. ¿Y nuestra Cultu? Soñad dónde queréis estar entonces. Seguro que se cumplirá.

Rodrigo Ferrer Diez

Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa

+ CULTU NOTICIAS