Salamanca es una tierra maravillosa y embriagadora por ese rico pasado, un arte espectacular, leyendas, gastronomía, pueblos de ensueño, paisajes sin parangón… Es la tierra de la Sierra de Francia, de la parte sur de Las Arribes del Duero, del plateresco, del embutido, la patria chica de Vicente del Bosque…
Así empezábamos allá por 2016 uno de nuestros primeros Recuerdos del Culturalismo, en concreto el que dedicábamos a nuestro protagonista de hoy y próximo rival: el Club Deportivo Guijuelo; y es que poco más se puede decir de todo lo que venga del sur de nuestra tierra, belleza, hermandad y, sobre todo, fútbol, eso es la provincia de Salamanca y eso es la localidad de Guijuelo, una patria del balompié.
Los choques contra el club verde son muy esperados en nuestra tierra por el carácter del otro equipo, pasan los años, pero su identidad sigue intacta: un club humilde que ha realizado excelentes temporadas en la categoría de bronce del balompié español y que ha conseguido algo francamente difícil, que una localidad de apenas 5500 habitantes se haga un hueco en una categoría donde ha tenido que pelear con clubs de ciudades tan importantes como León, Ponferrada, Salamanca, Zamora, Pontevedra, Oviedo… primeros espadas de ciudades capitales importantes que han temido a los salmantinos, y ya no solo por lo complicado de su feudo, el Municipal de Guijuelo, sino que es un club que sabe pelear en los grandes escenarios, ese es precisamente el sustento de esa identidad que acabamos de nombrar. Eso sí, no olvidemos momentos mágicos como la victoria por cero goles a cuatro en dicho escenario durante la temporada 2016-2017.
Vamos a volver a mirar atrás, pero a fechas más recientes, en concreto a las temporadas transcurridas desde el “recuerdo” anterior. En su feudo el club ha sido superior, qué duda cabe y en el Reino la cosa ha sido igual de complicada, pero lo que hoy necesitamos es cambiar la dinámica histórica. Sin ir más lejos, un buen antecedente se da el pasado 9 de diciembre de 2018, cuando la Cultural vence por un gol a cero en uno de esos aguerridos partidos que solo tienen una forma de ser ganados: poniéndose el mono de trabajo y saliendo al campo como si fuera la final de las finales. Podría decirse eso de que “eso se piensa en todos los partidos”, y puede que sea verdad… pero Guijuelo es distinto, es el David en un grupo en que “Goliat” hay varios, tanto es así, que quizás es hora de reconocer que ellos también son el gigante, que lo que vamos a vivir este sábado, fuera de tópicos deportivos, va a ser uno de los choques más igualados de los 38 del calendario. Así que ya sabéis culturalistas, mono de trabajo y a escribir una página más de nuestra historia, igual de bonita, igual de intensa, pero que termine como es debido: con tres puntos más en nuestro casillero.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa