Si decir Cultural es decir León, también es decir cantera. La base de la Cultural es la base de todo, es donde se forman los jugadores que el día de mañana llegarán a defender el escudo como hoy lo pueden hacer Viti, Alex o Valentín. Pero, ¿qué es esto de la cantera? ¿De dónde viene?
La cantera de la Cultural comenzó a desarrollarse desde el «minuto uno» de la vida de nuestro club. La primera directiva presidida por Miguel Canseco fue consciente de que los pequeños de entonces algún día serían los encargados de mantener con vida esta institución y defender su escudo por todos los campos de España. El cuidado de la base tuvo durante décadas tres grandes ejes: la buena relación con otros equipos a través de la cesión de espacios de juego, la recaudación de material deportivo, y la organización de eventos tales como torneos amistosos o jornadas de convivencia.
Las cosas no siempre fueron como ahora. En un principio, la base leonesa era mucho más simple que hoy, había muchos menos equipos y muchas menos categorías. De hecho, hasta los años 70, las categorías de fútbol abarcaban en juveniles lo que hoy serían infantiles, cadetes y juveniles, y en infantiles lo que serían algunos infantiles, alevines y benjamines, si bien es cierto que en este segundo caso era más corriente jugar a fútbol sala que a fútbol en las edades más tempranas. De todas formas, esto es lo que había, hoy nos parecería una barbaridad meter a niños de doce y quince años en un mismo equipo, sin contar los factores de desarrollo de los cuerpos, en este caso, de los hombres, sin embargo así funcionó y dio sus frutos, a la vista está.
La categoría alevín nació a finales los años 60 y ayudó a organizar un poco más el desarrollo del futbolista. Esta división en edades aumentó dos décadas después cuando aparece la categoría cadete. A finales de esa misma aparecen los benjamines, y ya en el siglo XXI los prebenjamines y chupetines. Pero esto no para, la familia sigue creciendo y el fútbol base leonés en general y el nuestro en particular es cada vez más abierto. Por suerte para León, cada vez son más las niñas que se animan a practicar el deporte rey y ya muchas saben lo que es defender el escudo de nuestra Cultural.
Nos dan mil alegrías, nos dan ascensos, nos dan buenos momentos, nos hacen fuertes cuando tenemos que secar sus lágrimas en la más amarga derrota, o calmar la peor de las rabias cuando las cosas no salen. No hay familia que no se haya visto de alguna forma implicada en una frase tan coloquial como «llevar al niño o a la niña a entrenar». Con todo esto, con las miles de fichas que se tramitan cada año? cómo no se van a merecer un homenaje, se merecen uno todos los días. Hoy hacemos justicia con ellos, además en vísperas de jugar con un club que, además de amigo, es ejemplo de lo que es saber formar futbolistas y personas, que al fin y al cabo, es lo más importante. Que nuestros pequeños tengan muchos éxitos en el futuro, pues los compartiremos juntos.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa