Hay que insistir una y mil veces, la Cultural es algo muy grande, ya no sólo por la afición, por la cantera o por los clubs convenidos. Es la parte más importante del fútbol leonés, y como tal, tiene un poco de todos, todos tenemos y somos parte de la Cultural, de una forma o de otra. Y aún así nos hemos dejado a alguien, a los más olvidados e incomprendidos de este mundillo. Tanto es así, que la temporada pasada, cuando dijimos que los porteros eran los más relegados del balompié, nos olvidamos de los protagonistas de hoy. Hoy sí, a diferencia de lo que proclaman muchos? ¡Hoy vamos a hablar de los árbitros!
En esta sección hemos hablado muchas veces del fútbol modesto de nuestra provincia, sin embargo nos ha faltado esta visión, la de los de negro. Desde luego nunca ha sido fácil arbitrar, no solo por lo ya de por sí complejo del oficio, sino por la dureza de los campos de nuestra tierra. En el caso de León, localidades como Laciana o Sabero siempre se presentaron plazas difíciles en las que “torear”. Pero aquí no se libraba nadie, no había que mirar solo a los campos modestos, hasta la mejor Ponferradina que pudo saltar al campo de Santa Marta o de Fuentesnuevas tuvo una afición de su lado que siempre iba a presionar más que nunca para que trio arbitral se pensara bien sus decisiones. Y el Amilivia? eso da para otro recuerdo a parte.
Las cosas han cambiado mucho, ya no solo porque ya no existan aquellas calderas que eran el Santa Bárbara de Ciñera o Villadepalos, donde en su día ante La Bañeza el pueblo hizo honor a su nombre? pero de eso hace ya mucho tiempo. Ahora todo está más organizado, hay más medios, y queráis que no, que haya agua caliente en los vestuarios siempre ayuda a hacer más amable el arbitraje.
Nuestra patria chica siempre ha sido zona de buena cantera de colegiados, y no sólo por el nombre que todos tenemos en mente, el de mi paisano, Rafa Guerrero, sino por otros grandes nombres como Turienzo Álvarez (que ya cuenta como nuestro), o el que quizás haya sido nuestro árbitro más mediático, Teodoro Valdés Sánchez, que tras años en los mejores campos del país, dejó el testigo a su hijo, Jorge Valdés Aller, el cual actualmente hace un excelente trabajo en Segunda División. Por suerte para el fútbol leonés, esa cantera del arbitraje sigue funcionando, son muchos los jóvenes que se animan a coger el silbato, y lo que es más importante, cada vez más mujeres jóvenes rompen los tabús de una sociedad tan desagradecida como la nuestra para derribar las barreras que las han dejado tanto tiempo fuera del balompié.
Por lo complicado que es, por los desgraciados excesos que a veces tienen que aguantar, por lo duro que debe ser estar metido en algo así y sobre todo por el valor y la pasión por este deporte que alguien debe tener para decidir “quiero arbitrar”, es de justicia dedicarles uno de nuestros recuerdos, al fin y al cabo, la Cultural es fútbol, sin los árbitros, no habría ni fútbol, ni Cultu, ni emociones y euforias como las del domingo pasado.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa e hijo de un árbitro de los de antes.