Recuerdos del Culturalismo: “Que el camino empiece por Santiago.”

Santiago de Compostela y León llevan unidas por el Camino desde hace más de un milenio. En días como hoy, historia y fútbol se entrelazan, pasado y presente del balompié y de las propias crónicas de ambas ciudades.

El Camino fue en su momento promocionado por los reyes de León, corrían los tiempos gloriosos en los que la ciudad del Apóstol era suelo leonés. Hoy, con el vivo recuerdo de aquellos días, estas ciudades se alzan como máximos exponentes históricos y culturales de sus respectivas regiones.

Y es precisamente el estadio Reino de León el que ha de dictar sentencia sobre lo que deparará el resto de la temporada. A un lado, coger uno de los últimos trenes que pueda llevar a los blancos al Play Off, al otro, un último intento de aferrarse a la vida de la Segunda B y poder pensar en recuperar los días de gloria en el Multiusos.

Santiago de Compostela ha vivido lo mejor y lo peor de esta locura que es el fútbol. Cuando pensamos en este rival, recordamos al que vivió la gloria de Primera no hace tanto, cuando San Lázaro era un campo de élite en el que un joven Ronaldo Nazario de Lima se permitía hacer historia ante la atónita mirada del público gallego y de todo el mundo.

Ambas escuadras defienden el nombre de dos ciudades que también en el fútbol son viejas conocidas. La primera vez que se enfrentan en competición oficial es en la 47-48 cuando nuestra Cultu se mide al Santiago (equipo que en el 62 se refundaría en la S.D. Compostela).

Este quería poner en duda la supremacía de equipos como el Pontevedra o el Orense en el fútbol modesto gallego y ponerse a la altura de los que mandaban y mandan, el Celta y el Depor.

Cultural y Santiago se enfrentaron en numerosas ocasiones durante los años 40 y 50. Tras nuestro paso por Primera los caminos de ambas capitales se separaron hasta la 77-78 en que, esta vez ya ante la S.D. Compostela, nos volvimos a encontrar. El paso glorioso del Compos por Primera le dejó tocado y la Cultu fue testigo, desde la Segunda B, de sus amargos recuerdos entre amagos de desaparición y refundaciones… y así llegamos a 2016.

A pesar de no estar en nuestro mejor momento, que se nos oiga bien alto. Hace falta mucho más para acabar con la ilusión de esta afición. Somos más fuertes. Ahora tenemos la senda del triunfo y la gloria a nuestros pies. Esta vez el camino no debe terminar en Santiago de Compostela, sino empezar por derrotar a su equipo. Este domingo en el Reino de León, ante este viejo conocido, debemos comenzar nuestro camino a las estrellas, la eternidad y la gloria.

 

Fotografía: Rivo conduce el balón contra el Compostela (La hora leonesa)

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