Recuerdos del Culturalismo: Qué se entere toda España? ¡Qué somos la Cultural!

Hoy vamos a ejercitar el recuerdo sobre una fotografía. Era una tarde cualquiera de 1971. León tenía 100.000 habitantes, presidente de la Cultural Ángel Panero Flórez y el Antonio Amilivia era uno de los feudos más temidos de la Segunda División española. Un respeto que convertía a la Cultural, y a su vez, a la ciudad y a la provincia de León en un lugar sinónimo de fútbol y de esfuerzo. Toda España sabía de León gracias esa potente Cultural. Aquel era el contexto de la fotografía que hoy adjuntamos. ¿En qué se parece aquella fotografía a lo que hemos vivido a lo largo de lo que va de temporada? El ambiente, el cariño al escudo, la lealtad.

Allí el bueno de Segundo Sánchez Vara, el protagonista de nuestro recuerdo de hoy, recorría las gradas del Amilivia con esa enorme cacha para que el público se levantara ante cada jugada, para que los once hombres que sobre el terreno de juego defendían algo más que el nombre de un equipo de fútbol, en ningún momento se sintieran solos. Y qué duda cabe, nunca sintieron esa soledad, todo lo contrario, afición y futbolista eran uno. Ambas partes entendían algo que no necesita explicación: eran la Cultural.

Ese espíritu hoy sigue en las gradas. Hace unas pocas semanas hablábamos del color de las gradas y es que es algo imperecedero en nuestra historia. La grada es el alma del equipo, es la definición de la ciudad. En las últimas semanas hemos podido ver cómo cada vez hay más gente, pero también más color, más camisetas, más banderas, más bufandas, más escudos? un sentimiento más vivo.

Lo más importante de quien tiene una bufanda, una bandera o una camiseta de nuestra Cultural, es que posee un pasaporte de sentimiento. Son objetos que no solo cumplen una función una vez cada dos semanas, son algo diario. Las camisetas viajan, las bufandas se envían, las banderas se regalan. El turista o el emigrante se llevan su sentimiento, su pequeña parte de culturalismo, allá a donde va. Esa pasión no ha cambiado, ese amor, es el mismo que hace décadas, el mimos que nos llevó al fútbol profesional. Sea en forma de cacha o sea en forma de bandera (de León o de la Cultural) el espíritu de aquellos días hoy sigue siendo parte de nosotros.

Las gradas del Reino de León, como si del viejo Amilivia se tratase, han de volver a tener el ambiente envidiable que hizo a esta afición famosa en todo el país e hizo que se ganara un respeto. ¿Qué tiene de especial por tanto la fotografía de hoy? Lo tiene todo, porque esa grada, esa unidad y hermandad es la misma que hoy disfrutamos. Ahora bien; camisetas, bufandas y banderas en mano, solo queda decir una cosa: ¡Que se entere toda España, que somos la Cultural!

 

Por Rodrigo Ferrer Diez

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