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Recuerdos del Culturalismo: Una Cultural de a 7

León es una ciudad que entiende de balonmano, es más, León es la capital del balonmano. Este es un deporte que en los últimos años ha dado infinidad de alegrías a los miles de españoles. Y todas ellas tienen una cosa en común: pasan por León. Es muy fácil que Madrid o Barcelona cuenten con un pasado importante en cualquier deporte, pero, ¿acaso no es más meritorio que una ciudad perdida en el espacio y en su pasado pueda desarrollar lo que hoy es el Ademar? Sin duda. Lo curioso que es que para ello, para construir eso, igual que la gloria del balonmano español pasa por León, la gloria del balonmano leonés pasa por la Cultural.

Los años 50 fueron un momento en el que en general, todos los deportes, en mayor o menor medida comenzaron a ser practicados con más asiduidad, generalmente en competiciones organizadas por asociaciones juveniles y colegios. Eso sí, siempre por debajo del todopoderoso fútbol. Incluso de forma tímida, y siempre atado por las cadenas de la época, el deporte femenino asentó su base. En ese contexto, y principalmente de la mano de los Padres Maristas, cada vez más jóvenes comenzaron a ser parte del balonmano. La principal cancha en la ciudad fue la propia Plaza Mayor, en la que ante la atenta mirada de ese edificio municipal ideado precisamente para eso, para mirar, se jugaron los primeros partidos de balonmano en esa improvisada pista.

Aquella competición, muy anterior a nada parecido a la actual Asobal, estuvo formada por dos divisiones provinciales previas a las categorías nacionales. Desde el principio hubo dos equipos que destacaron entre los demás: el Ademar y la Cultural y Deportiva Leonesa. Nuestra Cultu no tenía otra sección deportiva que no fuera fútbol desde antes de la desaparición de 1931, y ahora quizás por la moda, por la presencia del balonmano en la sociedad o de algún otro motivo que se nos escape, la Cultural no solo estuvo ahí, sino que fue durante varias temporadas el indiscutible líder del balonmano provincial.

El éxito siguió durante los años 60 y 70, llegando incluso a firmar grandes jornadas en el parquet del recién inaugurado Palacio de Deportes de León. Un buen día, de nuevo por algún motivo que se nos escape, la Cultural, o los jugadores, o el devenir del nuevo tiempo que se avecinaba, prescindió de la sección de balonmano, dejando un agujero que por desgracia, o por suerte, en poco tiempo fue llenado por el Ademar, que no solo se alzó como primer equipo de la provincia, sino que supo escalar hasta las cotas de triunfo que todos conocemos. Hoy, de aquellos días que no hace mucho salieron de las más espesas penumbras del olvido, nos quedan apenas dos o tres fotos y una copa de la hermosa década de los 70, el resto aún sigue oculto.

Medio siglo después de todo aquello la llama sigue encendida, tanto es así que de forma oficial sí seremos el corazón del balonmano español durante el próximo fin de semana. La capital del reino vivirá una Copa Asobal que pondrá a León en el centro del deporte nacional. Lo más bonito de todo quizás sea que esto no deja de ser la continuación de aquellos partidos en blanco y negro en la Plaza Mayor.

 

Por Rodrigo Ferrer Díez