Los años 50 fueron tiempos muy complicados para todo el mundo. El humo de la II Guerra Mundial todavía emergía de las cenizas del mundo. Europa estaba destruida después de casi seis años de guerra. España no estaba mejor. Las huellas de la lejana contienda fratricida aún estaban frescas. Habían pasado once años desde el final del conflicto, pero persistía la miseria, las cartillas de racionamiento, la destrucción y el silencio. Pocas distracciones había en aquel momento, pero pasado el sufrimiento llegó la mejor de las alegrías, el fútbol.
A la altura de 1950, la Cultural se encontraba en pleno restablecimiento de su potencial anterior después de estar al borde de la desaparición en 1947. Aquella temporada 1949-1950, nuestro club quedó encuadrado en el Grupo I de la Tercera División con rivales fuertes como los asturianos, sobre todo Avilés o Caudal de Mieres además de una Ponferradina cada vez más destacada. Nuestro club se mantuvo en los puestos altos de la clasificación, de hecho, terminó la primera vuelta en segunda posición. El nivel no se pudo mantener ante el nivel de la categoría y la poca experiencia de aquella Cultural en reconstrucción. Los nuestros terminaron en una excelente sexta posición y con la ilusión intacta. Aquella temporada se cerró con un encuentro internacional ante el Bragança, una de las primer veces que un equipo extranjero visitaba nuestra ciudad y que asentaba la amistad entre españoles y portugueses, ambos leoneses de herencia.
De las humildes pero ardientes bancadas del estadio de El Ejido, pasaremos ahora a las imponentes y míticas gradas de Maracaná. La situación europea era tan mala en aquel momento que ningún país podría albergar una cita del tamaño de un mundial de fútbol. Por eso el evento se trasladó de continente. La capital del deporte rey sería Brasil. El mundial se celebró entre el 24 de junio y el 16 de julio de 1950. Volvía la gran cita de nuestro deporte doce años después. España fue una de las trece participantes que pudieron llegar a la fase de grupos. Aquí nuestra selección compartió cartel con Inglaterra, Estados Unidos y Chile. España superó a sus tres rivales en la fase de grupos. Fue especialmente emocionante el último choque ante los británicos, celebrado en Maracaná el 2 de julio. Toda España vibró y estuvo en tensión hasta que Zarra adelantó a los nuestros en el marcador, llevando a la roja a la fase final.
Esta se formó por las cuatro mejores selecciones líderes d los grupos juntos en uno solo. Los nuestros tuvieron que medirse a Uruguay, Brasil y Suecia. Los españoles no pudieron competir con selecciones de mayor nivel, sobre todo las americanas. Solo se logró empatar a dos goles con Uruguay. De todas formas, aquella cuarta posición fue, hasta 2010, la mejor participación de nuestra selección en aquel mundial. Eran tiempos duros, pero abiertos a los sueños.
Rodrigo Ferrer Diez
Historiador de la Cultural y Deportiva Leonesa