Este domingo tenemos la posibilidad de disfrutar de uno de esos partidos que hace ahora un año era imposible soñar. Estar en el Reino de León con nuestro compañero de asiento al lado y con un ambiente de gran partido. Recibiremos en nuestra ciudad a más 1.000 racinguistas deseosos de compartir nuestro maravilloso León, nuestros bares, nuestras tapas, nuestra hospitalidad y nuestra monumentalidad. Disfrutemos de su compañía durante el fin de semana que nos permitirá contar con un estadio con ambiente de gala para recibir un partido de esos que son diferentes, de esos partidos grandes que a todos los jugadores les gusta jugar porque es cuando se sienten más jugadores que nunca.
A veces son los partidos que menos goles tienen, a veces son los partidos con mayor intercambio de marcadores, a veces se deciden en una jugada nimia… ¿Quién sabe?, al final, es fútbol, todo resultado es posible. Así que puede ser que ganemos, que empatemos o que incluso perdamos pero pase lo que pase, que nadie nos pueda robar la actitud de divertirnos, de disfrutar con nuestro equipo, de sentirnos orgullosos de animar en la grada empujando a nuestros jugadores como un equipo grande, haciéndonos oír mucho más, siendo más que nunca y arropando al equipo de inicio a fin.
Hace un año era imposible soñar con afición visitante, con ser siquiera más de 1.000 en el campo, con vivirlo al lado del compañero de fatigas, con pagar la apuesta perdida con el amigo de la peña, con compartir un vino a la salida del estadio comentando por enésima vez la misma jugada…. Hoy tenemos esa posibilidad, la pandemia vivida nos ha permitido valorar que esos pequeños gestos unidos al fútbol son los que de verdad importan, que todo lo demás es un partido más.
Es nuestra elección decidir cómo queremos disfrutarlo, si a tope con la actitud más positiva posible creyendo en el triunfo hasta el final o sufriendo desde antes de entrar, anticipando una derrota que puede que nunca se produzca.
Sintámonos orgullosos de lo nuestro. Defendámoslo con deportividad durante los 90 minutos. Vibremos con nuestros jugadores. Seamos partícipes de un espectáculo de primer nivel en directo con un rival de muchos quilates. Saldrá mejor o peor partido, pero estaremos viviéndolo, que ya es mucho más de lo que ansiábamos hace un año.
¡Quién sabe qué pasará el año que viene! ¡Hoy estamos aquí, hoy toca disfrutar! ¡Aúpa Cultural!
