El choque en el Juegos del Mediterráneo se antojaba como una cita importante para que la Cultural y Deportiva Leonesa recuperara sensaciones y ritmos positivos de competición. Los blancos llegaban al feudo andaluz con un once de garantías, recuperando la doble posición en mediocampo con Yeray y Mario Ortiz, y atacando con doble punta en vanguardia con Rodri Ríos e Iban Salvador.
El arranque de partido traía un ritmo frenético en ambas escuadras, y una ocasión inmejorable para la Cultural nada más empezar. Penalti cometido sobre Iban Salvador en el salto, y Rodri al lanzamiento. Buen golpeo del 12 culturalista y, sin embargo, René adivinaba las intenciones del punta y salvaba la oportunidad visitante. La respuesta local no se haría esperar, y era Gaspar quien a punto estaba de anotar el primer gol de lanzamiento alto sobre el marco de Palatsi.
La Cultural buscaba el control del partido a través del balón y del crecimiento ordenado, tratando de cercar al rival sobre propio campo con buena circulación y ataques sobre ambos costados. Enfrente, una UD Almería que con las ocasiones de Soleri y Lass, bien abortada por Viti, mantenía su apuesta por el ataque controlado. Pese a los esfuerzos visitantes, la mala fortuna se cernía de nuevo sobre la Cultural, y al borde del descanso, un penalti cometido por Iza daba lugar al segundo tanto de los locales, con Alcaraz como ejecutor de la pena máxima.
La segunda parte iniciaba con la entrada de Moutinho en el once leonés. Cambio ofensivo que reestructuraba el equipo dejando defensa de tres y con una línea de ataque más poblada en busca del gol. El encuentro seguía intenso, con ocasiones en ambas áreas, con protagonismo local en las botas de un inspirado Pozo, al que sólo las acciones certeras de Viti y David García impidieron concretar.
El paso de los minutos traería un cambio forzado, tras la lesión de Moutinho, y el ingreso de Samu Delgado en sustitución del extremo luso. Lo que suponía un contratiempo en su inicio, iba a derivar en el primer gol de la Cultural, tras un gran pase de Buendía que el extremo manchego transformaba en tanto. El cuadro leonés recuperaba el timón del partido, amenazaba la posición del rival, y acumulaba buenas combinaciones y circulación ágil de balón en campo rival. Llegaban los mejores minutos de los de De la Barrera, encerrando al rival en su campo, y provocando numerosas ocasiones de gol.
El tramo final sería un monólogo culturalista, de dominio amplio del juego y capacidad de llegada constante, en el que sólo la escasez de fortuna separaría del empate. Rodri gozaría en este tramo de la mejor ocasión del partido, en una gran maniobra en el interior del área en la que, tras controlar y ganar la posición al central, remataría con potencia sobre un René que realizaba la parada de la noche evitando el gol. Con el pitido final se esfumaban las opciones de puntos para los blancos, que ya piensan en el próximo partido en casa frente al CF Reus.