Hace once años un niño miraba con admiración a Diego Calzado defender la portería del primer equipo de la Cultural «para mí era y es el espejo donde mirarme. Es un chico de León y cuando lo conoces es diferente a como te imaginas.» Manu Valbuena, actual portero del Juvenil A de la Cultural y Deportiva Leonesa, acudía a los partidos de su equipo como recogepelotas, y tras un partido se atrevió a pedirle los guantes de su ídolo «fui a preguntar a alguien del Club si Diego podía darme los guantes me dijeron que no podían, que como habían perdido estaban muy enfadados. Al partido siguiente sin decirme nada me los dio.»
Además «siempre entrenábamos con Morilla en el campo de rugby y siempre lo veíamos pasar, nunca imaginé que llegaría a entrenar con él. Y este año cuando viajábamos en el mismo bus para ir a jugar un partido no me lo podía creer.»
Actualmente comparten entrenamientos en el Área Deportiva de Puente Castro, en ellos Diego siempre intenta aconsejarle «que esté tranquilo. Trabajando y jugando todos los domingos como lo hace, de la portería no lo va a quitar nadie; así se gana un portero la titularidad.» Indicaciones a las que el joven portero culturalista presta mucha atención e intenta asimilar «siempre me intenta ayudar, está encima de mí y estoy muy agradecido por todo lo que está haciendo por mí.»
¿El futuro?.? El eterno capitán lo tiene claro «para mi Manu se ha ganado jugar lo que está jugando al principio había dudas; pero yo ahora no me imagino que no juegue él por méritos propios; así se lo gana un portero.» La temporada que viene lo ve jugando «viene en División de Honor y me gustaría seguir ayudándole a que pueda subir al filial.» Mientras su pupilo sigue luchando bajo los palos por un sueño «yo siempre he jugado aquí y siempre me han tratado genial, la Cultural es todo para mí. Mi sueño es subir a División de Honor este año». Sueño que comparte con Samu, su compañero en la portería del Juvenil «me ha ayudado a mejorar mucho. Es un chico muy humilde y muy buen compañero.»
Manu sigue guardando con cariño aquellos guantes que siguen dándole fuerza en cada partido.
