Convivimos el día a día con un cúmulo de sensaciones, las que marcan nuestros estímulos para viajar por el camino del optimismo o el pesimismo. Un claro ejemplo nos lo regala nuestra Cultural y Deportiva Leonesa. Hace unos días atrás, los resultados marcaban las sensaciones de los pesimistas y el talismán del Miniestadi cambió esas sensaciones a la mayoría de esas mentes que ya daban por enterrado el proyecto leonés del fútbol profesional.
Así es. La Cultural sigue en el infierno. Lleva gran parte de la temporada intentando buscar esa ansiada salvación. Recuerdo más de un comentario de mis colegas tras el partido en León ante el Zaragoza (0-1) dando por acabada la aventura en la Liga 123. Y curiosamente, poca gente confiaba en los de Rubén de la Barrera en tierras catalanas. Pero se obró el milagro, o más bien, se ganó a base de ‘testiculina’ y se consiguió un importante respiro que tan solo para los realistas ha sido una bocanada de tranquilidad para afrontar la recta final de la temporada.
Se ganó al equipo al que noqueaba la Cultural para lograr el ascenso directo a Segunda División y se ha ganado de nuevo en el Barcelona a los cachorros culés para seguir vivos en la Liga más interesante de la geografía española. Así es queda mucha temporada por delante y nos acercamos al tramo donde se deciden todos los proyectos que nacen a principio de la campaña. La Cultural sigue en puestos de descenso, pero está muy cerca de escapar del infierno. Muchos no se lo creen y otros siguen creyendo en el proyecto de salvación. Yo me quedo con este segundo grupo, el de los optimistas, el de los que no se rinden, el grupo que no se tira del barco a la mínima fuga de agua…
Y ahora llega otra nueva final, la enésima y así será hasta final de temporada el próximo 3 de junio. La Cultural se la juega cada partido y lo que sí está claro es que cada vez que nos acerquemos a esa jornada 44 menos margen de error les quedará a los pupilos del entrenador gallego.
El Tenerife va a ser el siguiente rival a batir. La primera final. El equipo insular llega a León en esa zona media de la clasificación, pero con opciones, como casi todos, de aspirar a un puesto privilegiado de la clasificación. Los tinerfeños suman tres partidos consecutivos sumando los tres puntos y quieren mantener su racha de buenos resultados en un Reino de León que debe tener un excelente colorido en la grada apoyando a un equipo la Cultural que puede dar un paso importante en caso de lograr la victoria ya que salir de los puestos de descenso, yo no sé por qué, da una tranquilidad gratuita que te hace afrontar el resto del viaje con una sensación de optimismo que quita el freno de mano y la portería contraria hasta parece más grande.
Rubén de la Barrera conoce a los suyos y sabe perfectamente el dibujo que va a pintar en el tupido césped del estadio leonés. Lo que sí está claro es que este equipo, estos jugadores, este grupo, no ha tirado la toalla y tampoco se han tirado del barco como muchos aspirantes a aficionados de la Cultural. Si no se gana resurgirán de las cenizas nuevamente los agoreros que no son capaces de disfrutar de lo que tienen este año en León.
A tener en cuenta, Tenerife.
Aitor Sanz es el pilar del equipo en la medular le da equilibrio es un jugador muy importante para el equipo.
Longo es un delantero goleador que ha jugado en Primera División y se convirtió en uno de los fichajes importantes esta temporada para el equipo tinerfeño
Suso Santana es probablemente el jugador que tiene más calidad y con el que hay que tener especial atención sin olvidarnos de Luis Milla, un jugador que han fichado en el marcado invernal y que pagaron 300 mil euros por él. Es el hijo de Milla, el que fue jugador del FC Barcelona y del Real Madrid. Se ha adaptado muy bien en la categoría y lo estaba haciendo muy bien en el Fuenlabrada.
Cultural
Rodri. El delantero tiene ganas de desquitarse y quiere recuperar el olfato goleador para acabar con esa losa con la que está conviviendo toda la temporada. Para este partido debe ser ese jabalí herido que quiere morir matando.
Por Jorge Callado